SEMANA ANUAL DE APRECIACIÓN DEL HIP HOP: NUESTRO SUEÑO COLECTIVO HECHO REALIDAD(2010-2013)

Presentación 

IV SEMANA ANUAL DE APRECIACIÓN DEL HIP HOP 

En el año 2010, Medellín asiste por vez primera a lo que se conoció como la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop. Desde el seno de la Red Artística Popular CULTURA Y LIBERTAD y después de un arduo trabajo durante años en las bases sociales de los barrios de la ciudad, la Red se supo internamente con la fuerza suficiente para construir de manera comprometida, un amplio escenario de participación en la que las Voces y los Sentires de la comunidad Hip Hopper, se expresaran de manera libre y seria, de acuerdo a las realidades impuestas por el contexto y las necesidades urgentes de una comunidad que con el paso de los días ve como su población aumenta exponencialmente.
Hip Hop y Sociedad se convirtió en ese primer eje transversal de la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop. Acorde a ello, se propuso retornar la mirada a la sociedad medellinense y a cómo el Hip Hop, desde finales de la década de 1980 ha venido instaurándose y transformando dinámicas a lo largo del asfaltado y gris territorio citadino.
En vista de lo que el movimiento Hip Hop venía haciendo-se en la ciudad y entendiéndolo como una cultura de paz, “resultó absolutamente necesario que la comunidad Hip Hopper organizada asumiera en cada localidad como su responsabilidad, la difusión y concientización de las ideas, experiencias y principios que pretenden consolidar Nuestra Cultura como herramienta para la paz y el desarrollo equilibrado y equitativo de nuestras sociedades”
La tarea resulto colosal, pero con la terquedad, la fuerza y el tesón que desde sus inicios han caracterizado a CULTURA Y LIBERTAD, se llevó a cabo de manera exitosa la primera versión de la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop, de lo que pudo obtenerse resultados significativos tanto para la Red como para el movimiento Hip Hopper de la ciudad.
En primera instancia, la consolidación de CULTURA Y LIBERTAD como una Red altamente organizada, con capacidad de incidencia en una amplia zona del Valle de Aburrá, capas de convocar a una considerable cantidad de grupos y personas asociadas de alguna manera al Hip Hop y a otras, que sin tener que ver directamente con ello, encontraron en esta propuesta un método concreto y contundente para sentar posiciones que aporten desde las periferias a la construcción de una sociedad un tanto más justa, si no, por lo menos más alegre.
La construcción de un estado del arte sobre el nivel de organización en el cual se encontraba para aquel entonces el Hip Hop a nivel metropolitano, se convirtió en adelante en una herramienta para trazar lazos de cooperación y trabajo mancomunado. La información se convierte en esta era, en un instrumento de poder y la información obtenida con el desarrollo de estas actividades, brindó herramientas contundentes a la hora de establecer alianzas y fortalecer de manera significativa las sinergias del movimiento Hip Hopper Medellinense. Hasta el 2010, procesos, eventos, personas y colectivos de la ciudad dedicados aproponer transformaciones sociales por medio del Hip Hop habían pasado inadvertidos para los ojos de miles. Fue entonces, que mediante la plataforma de la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop, algunos de estos pudieron ver la luz, abriéndose paso en medio de un territorio hostil y que poca importancia ofrecía a este tipo de iniciativas. A su vez, se abrió la posibilidad de “incidir de manera clara y contundente sobre la conciencia colectiva la comunidad Hip Hopper, acerca de la necesidad de pensarse y reconocerse como sector y movimiento social que tiene gran influencia sobre la mentalidad de los jóvenes y niños, principal pero no exclusivamente, de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.”
Un año después, continúan viviéndose las problemáticas de conflicto en la ciudad, los jóvenes siguen siendo unas de las principales víctimas, pero al mismo tiempo, el Hip Hop avanza jugándose su papel como una fuerte expresión organizativa social y juvenil. Estos factores reclaman casi de manera soterrada, la concreción de espacios de encuentro y reflexión que permitan a los Hip Hoppers ahondar en su compromiso social a la vez que se ensanchan los escenarios para el desarrollo artístico de su quehacer.
Cuál escenario más propicio entonces, sino la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop. En este sentido, “Recordar y re - conocer la historia propia como Hoppers, asimilar de manera clara cuál es y en qué radica la fuerza como actores políticos y sociales y por último comprender y dimensionar la necesidad de contar con estrategias comerciales que permitan trascender la figura de la moda, abordar la discusión sobre el concepto de industria de una manera franca y seria, así como desarrollar medios de auto sostenibilidad para los propios procesos, se convirtieron en factores claves para ese actual momento la cultura Hip Hop”, fueron entonces estos temas fundamentales durante el desarrollo de la II Semana Anual de Apreciación del Hip Hop, en la que Nuestra Esencia se acordó como el eje transversal de toda la celebración.
El salto cualitativo y cuantitativo en cuestiones organizativas, de gestión de recursos, de niveles de convocatoria entre las dos versiones realizadas, fue para sorpresa de la organización, superior a todas las expectativas. No en vano, años de esfuerzo y dedicación venían ahora mostrando los frutos de lo que en un inicio pareció un sueño poco probable. Con la experiencia ganada y con la certeza de estar caminando la senda acertada, CULTURA Y LIBERTAD, continúa sus procesos de formación en las Escuelas Populares de Hip Hop, para reencontrarse, tras un nuevo año de múltiples experiencias y aprendizajes, en el escenario de la construcción colectiva de una propuesta de unión Hip Hopper.
La continuidad de los procesos y el fortalecimiento de los mismos a través de apuestas colectivas que trasciendan el tiempo, constituyen para la Red, un estandarte fundamental de su accionar. Es así como en el año 2012, nuevamente la ciudad asiste a esta gran apuesta por la cultura y la organización juvenil a partir del arte.
La búsqueda de principios globales que permitieran comprender y de-construir la concepción de una gran familia planetaria Hip Hopper se pone en debate en este momento. Aparece entonces en escena la idea de Nación Hip Hop, transversalizando la III Semana Anual de Apreciación del Hip Hop. De nuevo, se propone este como un espacio para que la comunidad Hip Hopper pueda “encontrarse, escucharse, re-conocerse y aprender a respetarse como hermandad. Momento propicio a su vez, para proyectarse hacia la solución colectiva de asuntos inherentes a la cultura Hip Hop.”
Ahora, mientras transcurre el décimo tercer año de este milenio, Cultura y Libertad asume nuevamente el reto de llevar a cabo un evento académico y artístico de tan grandes magnitudes. Y es que para la ciudad, o al menos para las personas que desde distintas aristas se relacionan con el movimiento Hip Hopper, la Semana Anual de Apreciación del Hip Hop, se ha convertido en un escenario esencial de debate, de encuentro, de – construcción, de avivamiento del espíritu libre capas de creer y crear nuevos sentidos y horizontes comunes. Hoy, sorteando dificultades propias y ajenas, echando mano de los tercos ideales que no contemplan el desfallecimiento, esta Red Artística Popular, se levanta nuevamente desde el “underground”, para conspirar por la vida y la sonrisa en medio de la hostilidad.
Sin perder el SUR y coadyuvando a una construcción Real de Movimiento, esta, la IV Semana Anual de Apreciación del Hip Hop, ha sido pensada y propuesta, para acercar y discutir la posición Identitaria que como Hoppers se está construyendo en la ciudad. No en vano, las discusiones y experiencias de los años anteriores, han logrado que los niveles de realidad, compromiso y entendimiento de lo que aquí se plantea, trascienda las fronteras de lo artístico y lo barrial, de lo exportado y lo creado fuera, para ubicar el debate en el hacer intrínseco y la historia propia que esto conlleva. Identidad, más que un concepto establecido, pretende ser el campo de discusiones certeras y serias, que permita, nuevamente, el crecimiento y transformación del movimiento Hopper en la ciudad.
Dicho sea de paso, que ahora las personas y procesos que se verán involucrados en el desarrollo de estas actividades, no se limitan al área metropolitana, pues se contará con participación de miembros activos de comunidades artísticas y activistas del Hip Hop, tanto de otras ciudades del país como de otros países.